Las cinco cosas que no sabías de Hannibal Lecter


Algún día me pedirás que me detenga Clarice?


Si solamente conoces a Hannibal Lecter en cine, hay contenidos de los libros que no se ven reflejadas en las películas. Sabido es que la adaptación de historias, novelas y cuentos para cine, siempre implica una reescritura, priorización y selección de los aspectos que funcionan mejor para contar una historia en lenguaje cinematográfico.
En el caso de los libros de Thomas Harris el asunto va más allá de cortes de escenas o personajes. Hay elementos propios de la forma de pensar de Lecter que ni siquiera se mencionan en las películas hasta hoy filmadas.
Tal es el caso del asunto del palacio de la memoria. Lo único que le permite a Hannibal soportar encierros largos en el orfanato comunista y posteriormente en el hospital para enfermos mentales (donde lo conocimos en El silencio de los inocentes); es la técnica de almacenar recuerdos en un palacio construido en su mente. Su profesor particular es quien le habla por primera vez del palacio de la memoria a la edad de 8 años. El palacio de la memoria es un recurso nemotécnico que usaban los monjes medievales para almacenar información y escapar a las restricciones en cuanto al uso y posesión de libros prohibidos. Eso nunca se ve o se menciona en ninguna de las cuatro películas. Dado que lo empieza a construir desde niño, puede decirse que es parte importante de su vida e indispensable para entender su naturaleza psicótica.
Por otro lado, el asunto de los finales distintos en la película y el libro de Hannibal y la omisión de la relación sentimental con Clarice, ocasiona un enorme conflicto entre las historias escritas y cómo fueron filmadas. Hannibal es la primera de las novelas de Harris donde el Dr. Lecter es el protagonista principal, porque antes era solamente una poderosa figura de soporte. Por eso resulta tan soprendente que el final se cambie para la película, conduciendo así su futuro cinematográfico a un callejón sin salida.
Tan es así que no podremos ver en cine una actualización de lo que pasa en la vida del Dr. Lecter, a menos que hagan una adapatación extraña o Harris escriba un nuevo episodio que conecte las historias de manera creíble, lo cual se ve díficil. Para muchos fans alrededor del mundo, el final cinematográfico constituye una traición a la esencia de los personajes y no resulta lógico dada la personalidad de los mismos y la continuidad del relato.
Es por ello que los Laurentis –quienes compraron los derechos cinematográficos de los libros de Harris- deciden hacer una película sobre la infancia y adolescencia de Hannibal. (Hannibal Raising o El origen del mal, como la titularon en español).
Pero hay otras cosas que quedaron fuera y que son verdaderamente interesantes para entender el universo Lecter. Aquí una pequeña muestra:
1.- Hannibal es el último conde Lecter, el octavo de su linaje, y descendiente de Hannibal el Macabro.
2.- Hannibal tiene una malformación congénita. Nació con seis dedos en la mano izquierda. Aunque se operó y el defecto no se percibe a simple vista, en radiografías se aprecia el nacimiento del sexto dedo. Se considera un rasgo inequívoco para establecer su identidad. También tiene un extraño brillo rojizo en los ojos, como los conejos o las ratas.
3.- Lecter es un hombre extremadamente refinado y culto. De sus lecturas favoritas se sabe que conservaba el Dictionnaire du cuisine de Alejandro Dumas en el hospital siquiátrico. Una película que gusta de ver de cuando en cuando, es el documental Breve Historia del Tiempo, narrado por el propio Stephen Hawking.
4.- Solamente se le conocen dos relaciones sentimentales: Un amor platónico por su tía Lady Murasaky durante la adolescencia y un amor idílico que después se volvería real con Clarice Starling. Su relación con las mujeres es extraña, de hecho las respeta tanto que no las ataca. La única victima femenina que se tiene registrada es una enfermera del hospital psiquiátrico, a quien muerde brutalmente en la cara -apenas logra salvar un ojo-. Pero no quería atacarla a ella sino asustar y mantener a raya al director del hospital, el Dr. Chilton.
5.- Si Hannibal todavía vive tiene alrededor de 75 años. Fue visto por última vez en Buenos Aires saliendo de la ópera en compañía de Clarice Starling.

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