Virginia Wolf y el ocho de marzo
El 8 de marzo, se conmemora el Día internacional de la mujer, y seguramente se hablará en muchos espacios acerca de la necesidad de construir políticas con enfoque de género para garantizar la equidad entre hombre y mujeres en la familia, la calle, el trabajo.
Pero más allá del discurso político es importante voltear la mirada a las mujeres que con su talento y desde diferentes trincheras lograron sentar las bases del movimiento a favor de la dignidad de la mujer.
En este ánimo, una manera de festejar es recordando el aporte de una mujer excepcional que ha inspirado a muchas generaciones a través de su talento literario, el cual seguramente nunca imaginó que encontraría en el cine un medio de expresión tan amplio para llegar a muchas más personas.
Virginia Wolf nace en Inglaterra el 25 de enero 1882. Fue criada en un ambiente intelectual, ya que su padre era el filósofo Sir Leslie Stephen. (Wolf era su apellido de casada). Su vida resulta muy atormentada en el plano personal, ya que desde joven padecía problemas de salud, (en aquel entonces denominados padecimientos nerviosos) lo que le impedía asistir a algún centro académico con regularidad, de tal suerte que casi toda su formación es autodidacta.
Hoy sabemos que esos “padecimientos nerviosos” eran esquizofrenia. Eso la llevaba a crisis de depresión severas y varios intentos de suicidio. Sin embargo, lo sorprendente de la obra de V. Wolf es que es completamente lúcida y clara, con una visión excepcional del universo femenino, que es lo que ha servido de inspiración a muchas mujeres en todo el mundo.
De su producción literaria (la cual es altamente recomendable) han sido llevados al cine: To the Light House ( En el faro) dirigida por Collin Gregg en 1981; Orlando dirigida por Sally Potter en 1992; Mrs. Dalloway (La Sra. Dalloway) dirigida por Marleen Gorris en 1997; y The Hours (Las Horas), dirgida por Stephen Daldry en 2002.
The Hours (Las Horas) es acaso el filme más famoso de los mencionados, nominado a varios premios Oscar, uno de ellos otorgado a Nicole Kidman por su excelente caracterización de la propia Virginia Wolf.
La película es un interesante experimento que combina el libro de Mrs. Dalloway, con aspectos biográficos de la propia escritora e historias de ficción. La cinta parte de la misma premisa que se plantea en el libro de Wolf: narrar un día en la historia de una mujer y a partir de ahí mostrar aspectos complejos de su vida y vivencias. Sólo que en la cinta se cuenta un día en la vida de tres mujeres (Wolf es una de ellas) distanciadas por el tiempo y otras características.
Aspectos como la soledad, la maternidad, el matrimonio, la homosexualidad, la locura y la muerte, se entremezclan en las historias, creando la sensación de que son dilemas actuales y trágicos para muchas mujeres, aún de apariencias distintas, en tiempos y circunstancias diferentes.
Además de Kidman, al trabajo de Meryl Streep es impecable, y podríamos elogiar también el de Julianne Moore, Ed Harris y Miranda Richardson.
Personalmente, me impacta mucho la conciencia de la enfermedad de la propia Victoria, que en voz de Kidman, asegura que “hasta el peor de los enfermos tiene derecho a decidir los asuntos relativos a su enfermedad” La frase es fuerte, porque hablamos de un talento atrapado en un cuerpo enfermo, que con plena conciencia de sus limitaciones, defiende su derecho a decidir no ser dependiente de nadie y a elegir incluso su propia muerte.
La película se consigue en dvd y está a la renta. Los libros – afortunadamente- disponibles en todas las librerías. Una estupenda reflexión de la necesidad de que el día de la Mujer no sea solo un festejo de discursos. Empecemos a darle contenido.
Pero más allá del discurso político es importante voltear la mirada a las mujeres que con su talento y desde diferentes trincheras lograron sentar las bases del movimiento a favor de la dignidad de la mujer.
En este ánimo, una manera de festejar es recordando el aporte de una mujer excepcional que ha inspirado a muchas generaciones a través de su talento literario, el cual seguramente nunca imaginó que encontraría en el cine un medio de expresión tan amplio para llegar a muchas más personas.
Virginia Wolf nace en Inglaterra el 25 de enero 1882. Fue criada en un ambiente intelectual, ya que su padre era el filósofo Sir Leslie Stephen. (Wolf era su apellido de casada). Su vida resulta muy atormentada en el plano personal, ya que desde joven padecía problemas de salud, (en aquel entonces denominados padecimientos nerviosos) lo que le impedía asistir a algún centro académico con regularidad, de tal suerte que casi toda su formación es autodidacta.
Hoy sabemos que esos “padecimientos nerviosos” eran esquizofrenia. Eso la llevaba a crisis de depresión severas y varios intentos de suicidio. Sin embargo, lo sorprendente de la obra de V. Wolf es que es completamente lúcida y clara, con una visión excepcional del universo femenino, que es lo que ha servido de inspiración a muchas mujeres en todo el mundo.
De su producción literaria (la cual es altamente recomendable) han sido llevados al cine: To the Light House ( En el faro) dirigida por Collin Gregg en 1981; Orlando dirigida por Sally Potter en 1992; Mrs. Dalloway (La Sra. Dalloway) dirigida por Marleen Gorris en 1997; y The Hours (Las Horas), dirgida por Stephen Daldry en 2002.
The Hours (Las Horas) es acaso el filme más famoso de los mencionados, nominado a varios premios Oscar, uno de ellos otorgado a Nicole Kidman por su excelente caracterización de la propia Virginia Wolf.
La película es un interesante experimento que combina el libro de Mrs. Dalloway, con aspectos biográficos de la propia escritora e historias de ficción. La cinta parte de la misma premisa que se plantea en el libro de Wolf: narrar un día en la historia de una mujer y a partir de ahí mostrar aspectos complejos de su vida y vivencias. Sólo que en la cinta se cuenta un día en la vida de tres mujeres (Wolf es una de ellas) distanciadas por el tiempo y otras características.
Aspectos como la soledad, la maternidad, el matrimonio, la homosexualidad, la locura y la muerte, se entremezclan en las historias, creando la sensación de que son dilemas actuales y trágicos para muchas mujeres, aún de apariencias distintas, en tiempos y circunstancias diferentes.
Además de Kidman, al trabajo de Meryl Streep es impecable, y podríamos elogiar también el de Julianne Moore, Ed Harris y Miranda Richardson.
Personalmente, me impacta mucho la conciencia de la enfermedad de la propia Victoria, que en voz de Kidman, asegura que “hasta el peor de los enfermos tiene derecho a decidir los asuntos relativos a su enfermedad” La frase es fuerte, porque hablamos de un talento atrapado en un cuerpo enfermo, que con plena conciencia de sus limitaciones, defiende su derecho a decidir no ser dependiente de nadie y a elegir incluso su propia muerte.
La película se consigue en dvd y está a la renta. Los libros – afortunadamente- disponibles en todas las librerías. Una estupenda reflexión de la necesidad de que el día de la Mujer no sea solo un festejo de discursos. Empecemos a darle contenido.
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