la vida no vale nada y hasta la muerte es santa...
-¿Porqué hay quienes se mueren primero?
-Generalmente, porque me confundo…
Diálogo entre Billy y Puro Hueso (La muerte)
en las Sombrías Aventuras de Billy y Mandy
La Santa Muerte, su culto y rituales son expresión de un fenómeno devocional, que está ocupando cada vez más el interés de estudiosos en temas de religiosidad popular. Siendo parte de una realidad contemporánea, expresiones como el cine y la literatura se ocupan hoy de abordarlo desde diferentes perspectivas.
Homero Aridjis, escritor mexicano, nacido en Contepec, Edo. de Michoacán, publica su novela La Santa Muerte, donde entrelaza diferentes historias que tienen como eje el mencionado culto. El libro de Aridjis es la visión del cronista que deja testimonio en sus historias del lado humano y cotidiano del culto. No lo aborda como estudioso del fenómeno sino como simple espectador.
Derivado de este trabajo Eva Aridjis presenta su documental la Santa Muerte, en donde ofrece una visión más cercana a la realidad, referida a las características del culto. La voz del narrador es de Gael García, quien confiesa haber participado en la cinta por la curiosidad de entender mejor esta devoción popular.
Por otra parte, Paco del Toro, presenta también su película La Santa Muerte, donde desarrolla historias ficticias que ilustran las razones por las cuales la gente pide cosas a la Santa Muerte: amor, dinero, salud, buena fortuna. Sin embargo la película no pretende aportar elementos al mejor conocimiento del culto, sino que lo usa de pretexto para ambientar relatos que acaban siendo no neutrales, porque hay un claro juicio del director en el discurso teológico que aparece en repetidas ocasiones en la película.
Sin embargo, la película de Paco del Toro, era la que mas expectativas había generado entre el auditorio, y de hecho logra la hazaña de colocarse por tres semanas consecutivas en cartelera –el estreno a nivel nacional alcanzaba la cifra de las 250 salas de cine. La película sin embargo, no es lo suficientemente buena ni para arrojar luz acerca del culto, ni para infundir temor como película de horror.
Hay muchos aspectos que se tratan superficialmente o no aparecen: Tal es el caso de los creyentes, los líderes de culto y los fieles que lo propagan. Ninguna de estas figuras aparece, más que superficialmente. El culto, al parecer se propaga solo, sin una comunidad de creyentes que lo alimente –o por lo menos eso es lo que se aprecia en le filme. Nunca su aborda su lado más oscuro: su vinculación con narcos y criminales; solo se menciona la existencia del culto entre la policía y hay una referencia pequeña de los fieles al culto que son criminales. Nunca se dice – por ejemplo- que la Santa Muerte es una forma de religiosidad para los que sus propias acciones han expulsado de las religiones tradicionales. Es pues, una especie de religión alternativa para los excluidos e inadaptados; gente que ha cometido pecados que las religiones dominantes no perdonan, por lo que tienen la necesidad de buscar otras alternativas.
Finalmente, es claro que a los seguidores de la Santa Muerte no les gustará la visión de del Toro, donde abiertamente se acusa al culto de ser satánico y a la “Niña Blanca” de ser vengativa, exigente y poco piadosa con quien no le cumple. Numerosas ocasiones sus seguidores han defendido a la creencia de este tipo de ataques, sin embargo, es claro que la confusión continúa.
Pero más allá del debate sociológico, la verdad es que cinematográficamente, el veredicto tampoco es bueno. Actuaciones malas, historias predecibles donde a los buenos les va bien y a los malos mal y – lo peor de todo- una propaganda cristiana gratuita. El discurso teológico sobre Dios, la muerte y el diablo que sostienen dos albañiles en la cinta, es verdaderamente de antología.
Pero lo interesante de todo esto es que hay para todos los gustos: el documental para una visión socio antropológica, la novela para quien gusta de la literatura hecha en México, y la película, para quien…¿quiere pasar la tarde comiendo palomitas? Bueno, en realidad para quien quiera verla.
La razón porque los humanos recurrimos a lo espiritual se nutre de nuestro miedo a vivir. Siempre hay profundos dramas humanos alrededor de las historias de fe y devoción. Mientras vivir siga siendo una experiencia perturbadora, usaremos nuestra capacidad para entender lo divino de diferentes maneras.
-Generalmente, porque me confundo…
Diálogo entre Billy y Puro Hueso (La muerte)
en las Sombrías Aventuras de Billy y Mandy
La Santa Muerte, su culto y rituales son expresión de un fenómeno devocional, que está ocupando cada vez más el interés de estudiosos en temas de religiosidad popular. Siendo parte de una realidad contemporánea, expresiones como el cine y la literatura se ocupan hoy de abordarlo desde diferentes perspectivas.
Homero Aridjis, escritor mexicano, nacido en Contepec, Edo. de Michoacán, publica su novela La Santa Muerte, donde entrelaza diferentes historias que tienen como eje el mencionado culto. El libro de Aridjis es la visión del cronista que deja testimonio en sus historias del lado humano y cotidiano del culto. No lo aborda como estudioso del fenómeno sino como simple espectador.
Derivado de este trabajo Eva Aridjis presenta su documental la Santa Muerte, en donde ofrece una visión más cercana a la realidad, referida a las características del culto. La voz del narrador es de Gael García, quien confiesa haber participado en la cinta por la curiosidad de entender mejor esta devoción popular.
Por otra parte, Paco del Toro, presenta también su película La Santa Muerte, donde desarrolla historias ficticias que ilustran las razones por las cuales la gente pide cosas a la Santa Muerte: amor, dinero, salud, buena fortuna. Sin embargo la película no pretende aportar elementos al mejor conocimiento del culto, sino que lo usa de pretexto para ambientar relatos que acaban siendo no neutrales, porque hay un claro juicio del director en el discurso teológico que aparece en repetidas ocasiones en la película.
Sin embargo, la película de Paco del Toro, era la que mas expectativas había generado entre el auditorio, y de hecho logra la hazaña de colocarse por tres semanas consecutivas en cartelera –el estreno a nivel nacional alcanzaba la cifra de las 250 salas de cine. La película sin embargo, no es lo suficientemente buena ni para arrojar luz acerca del culto, ni para infundir temor como película de horror.
Hay muchos aspectos que se tratan superficialmente o no aparecen: Tal es el caso de los creyentes, los líderes de culto y los fieles que lo propagan. Ninguna de estas figuras aparece, más que superficialmente. El culto, al parecer se propaga solo, sin una comunidad de creyentes que lo alimente –o por lo menos eso es lo que se aprecia en le filme. Nunca su aborda su lado más oscuro: su vinculación con narcos y criminales; solo se menciona la existencia del culto entre la policía y hay una referencia pequeña de los fieles al culto que son criminales. Nunca se dice – por ejemplo- que la Santa Muerte es una forma de religiosidad para los que sus propias acciones han expulsado de las religiones tradicionales. Es pues, una especie de religión alternativa para los excluidos e inadaptados; gente que ha cometido pecados que las religiones dominantes no perdonan, por lo que tienen la necesidad de buscar otras alternativas.
Finalmente, es claro que a los seguidores de la Santa Muerte no les gustará la visión de del Toro, donde abiertamente se acusa al culto de ser satánico y a la “Niña Blanca” de ser vengativa, exigente y poco piadosa con quien no le cumple. Numerosas ocasiones sus seguidores han defendido a la creencia de este tipo de ataques, sin embargo, es claro que la confusión continúa.
Pero más allá del debate sociológico, la verdad es que cinematográficamente, el veredicto tampoco es bueno. Actuaciones malas, historias predecibles donde a los buenos les va bien y a los malos mal y – lo peor de todo- una propaganda cristiana gratuita. El discurso teológico sobre Dios, la muerte y el diablo que sostienen dos albañiles en la cinta, es verdaderamente de antología.
Pero lo interesante de todo esto es que hay para todos los gustos: el documental para una visión socio antropológica, la novela para quien gusta de la literatura hecha en México, y la película, para quien…¿quiere pasar la tarde comiendo palomitas? Bueno, en realidad para quien quiera verla.
La razón porque los humanos recurrimos a lo espiritual se nutre de nuestro miedo a vivir. Siempre hay profundos dramas humanos alrededor de las historias de fe y devoción. Mientras vivir siga siendo una experiencia perturbadora, usaremos nuestra capacidad para entender lo divino de diferentes maneras.
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