El cumpleaños del camaleón
David Bowie, uno de los músicos más influyentes de nuestros tiempos, está cumpliendo 61 años.
David Robert Jones (su verdadero nombre) nace en Inglaterra el 8 de enero de 1947. De niño, un accidente sufrido mientras jugaba con su hermano, le dejó la pupila del ojo izquierdo permanentemente dilatada, lo que ocasiona que parezca que el color del ojo lastimado es diferente. Prácticamente perdió la visión en ese ojo, pero lo que parecía ser una desafortunada tragedia, se convirtió en el sello distintivo para un artista en toda la extensión de la palabra.
Bowie decide no usar el apellido Jones porque uno de los integrantes de los Monkeys se llamaba igual. Se decide por Bowie por ser la marca de unas navajas muy populares en Inglaterra, y es entonces que con el look y el nombre adecuado decide dedicarse por entero a la música.
Pero la apariencia pronto resultó un elemento secundario ante el genio creativo de un hombre que ha sabido adaptarse a los cambios desde la vanguardia. Bowie siempre va un paso adelante y encuentra la manera de sorprender en cada disco a sus miles de fans. En cada álbum, hay una personalidad nueva, camaleónica: ha sido Ziggy Stardust, El Duque Blanco, El hombre que cayó a la tierra, Nathan Adler. Con letras hipnóticas y sorprendentes, Bowie cuenta historias que a veces dan giros décadas después – como en el caso de Space Oddity y Ashes to ashes. Tardamos casi veinte años en saber que el Major Tom, que románticamente había decidido morir flotando en el espacio, en realidad era un pobre junkie, protagonista de una historia que el propio Bowie se ruboriza al contar (“sordid details following”) Esta era la manera en que Bowie saludaba a los ochentas ( su etapa más comercial): reinventándose a sí mismo y pasando por encima de los mitos que ya no le servirían en su evolución.
Tardaríamos un buen tiempo comentando todos los aportes de Bowie a la música, el número de artistas en los que influye, los duetos que realiza y que hoy son emblemáticos. Fue el primero en tener un sitio de internet (bowie net) donde subió gratuitamente su disco Hours antes de que saliera a la venta. El sitio ha recibido varios premios a la creatividad en internet y un premio por su contribución al arte.
Pero para festejar a un artista tan grande, y teniendo que elegir de entre sus múltiples facetas artísticas, quizás sea prudente hablar del paso de Bowie por el cine. Bowie ha incursionado como actor en menos en quince filmes. Suenan pocos, pero los personajes que ha interpretado en cada uno de ellos son auténticos íconos de la cultura cinematográfica. Ha sido alien en The man who fell the earth, vampiro en The Hunger, un villano en Labyrinth (donde además compone parte de la música, igual que en Absolut Begginers), y también son memorables sus personificaciones como Andy Warhol, en Basquiat, y Poncio Pilatos en Last temptation of Christ. Recientemente lo vimos también en Zoolander, en una actruación especial y en un papel pequeño en The Prestige. También participó en un capítulo de Sponge Bob, donde autorizó que lo hicieran caricatura como Ziggy Starfish además de que dobló la voz de su alter ego en Fondo de Bikini.
Musicalmente, ningún soundtrack que se respete puede dejar de incluir algún tema de Bowie ya sea en versión original o cover. Desde Seven hasta Shrek, las rolas de Bowie resultan perfectas para musicalizar escenas de mundos y cosas que no existen, que son producto de la creatividad. Un caso singular es el soundtrack de “The life acuatic with Steve Zissou” con canciones de Bowie adaptadas (que no traducidas) al portugués por Seu Jorge.
Pero a mi juicio, el mejor uso de una rola de Bowie en cine es sin duda la inclusión de I´m deranged al inicio y término de Lost Highway de David Lynch. Nunca ha quedado mejor una letra con las imágenes y la esencia del filme como en este caso. La sofisticada entonación de Bowie es toda una revelación de lo que vamos a ver: un filme verdaderamente alucinante que no digieres completamente a la primera. Escuchar a Bowie diciendo que es curioso como viajan los secretos (funny how secrets travel), mientras en la imagen se observa una carretera de noche, es más que una advertencia. El filme te lleva por una compleja y perturbadora pesadilla que termina justo donde empezó: con una carretera de noche y otra vez Bowie afirmando lo que ya nos había dicho. Yeah! ¡I´m deranged!
Brillante, la verdad. Aquí les dejo el principio y el final de la película. Si no la han visto, no se preocupen. Ver el inicio y el final no les ayudará a entender nada y es muy probable que hasta les parezca mucho más perturbadora de lo que en realidad es.
La rola curiosamente no fue compuesta para la cinta, forma parte del álbum Outside, la creación más oscura de Bowie donde personifica a Nathan Adler, investigador de un torcido tipo de crimen que usa el asesinato como medio de expresión artística. Y para que vean que la rola es tan formidable que no sólo se presta para ilustrar la oscuridad, les dejo también un corto musicalizado de Saint Seiya que usa la misma rola. Misma música, diferente ambiente.
De Bowie podrán decirse muchas cosas, pero jamás podrá escatimársele la brillante genialidad de la que ha hecho gala a través de varias décadas. ¡Salud Bowie!, que festejemos muchos más, aunque los que ya han alcanzado la inmortalidad seguramente no se preocupan por los años que cumplen.
David Robert Jones (su verdadero nombre) nace en Inglaterra el 8 de enero de 1947. De niño, un accidente sufrido mientras jugaba con su hermano, le dejó la pupila del ojo izquierdo permanentemente dilatada, lo que ocasiona que parezca que el color del ojo lastimado es diferente. Prácticamente perdió la visión en ese ojo, pero lo que parecía ser una desafortunada tragedia, se convirtió en el sello distintivo para un artista en toda la extensión de la palabra.
Bowie decide no usar el apellido Jones porque uno de los integrantes de los Monkeys se llamaba igual. Se decide por Bowie por ser la marca de unas navajas muy populares en Inglaterra, y es entonces que con el look y el nombre adecuado decide dedicarse por entero a la música.
Pero la apariencia pronto resultó un elemento secundario ante el genio creativo de un hombre que ha sabido adaptarse a los cambios desde la vanguardia. Bowie siempre va un paso adelante y encuentra la manera de sorprender en cada disco a sus miles de fans. En cada álbum, hay una personalidad nueva, camaleónica: ha sido Ziggy Stardust, El Duque Blanco, El hombre que cayó a la tierra, Nathan Adler. Con letras hipnóticas y sorprendentes, Bowie cuenta historias que a veces dan giros décadas después – como en el caso de Space Oddity y Ashes to ashes. Tardamos casi veinte años en saber que el Major Tom, que románticamente había decidido morir flotando en el espacio, en realidad era un pobre junkie, protagonista de una historia que el propio Bowie se ruboriza al contar (“sordid details following”) Esta era la manera en que Bowie saludaba a los ochentas ( su etapa más comercial): reinventándose a sí mismo y pasando por encima de los mitos que ya no le servirían en su evolución.
Tardaríamos un buen tiempo comentando todos los aportes de Bowie a la música, el número de artistas en los que influye, los duetos que realiza y que hoy son emblemáticos. Fue el primero en tener un sitio de internet (bowie net) donde subió gratuitamente su disco Hours antes de que saliera a la venta. El sitio ha recibido varios premios a la creatividad en internet y un premio por su contribución al arte.
Pero para festejar a un artista tan grande, y teniendo que elegir de entre sus múltiples facetas artísticas, quizás sea prudente hablar del paso de Bowie por el cine. Bowie ha incursionado como actor en menos en quince filmes. Suenan pocos, pero los personajes que ha interpretado en cada uno de ellos son auténticos íconos de la cultura cinematográfica. Ha sido alien en The man who fell the earth, vampiro en The Hunger, un villano en Labyrinth (donde además compone parte de la música, igual que en Absolut Begginers), y también son memorables sus personificaciones como Andy Warhol, en Basquiat, y Poncio Pilatos en Last temptation of Christ. Recientemente lo vimos también en Zoolander, en una actruación especial y en un papel pequeño en The Prestige. También participó en un capítulo de Sponge Bob, donde autorizó que lo hicieran caricatura como Ziggy Starfish además de que dobló la voz de su alter ego en Fondo de Bikini.
Musicalmente, ningún soundtrack que se respete puede dejar de incluir algún tema de Bowie ya sea en versión original o cover. Desde Seven hasta Shrek, las rolas de Bowie resultan perfectas para musicalizar escenas de mundos y cosas que no existen, que son producto de la creatividad. Un caso singular es el soundtrack de “The life acuatic with Steve Zissou” con canciones de Bowie adaptadas (que no traducidas) al portugués por Seu Jorge.
Pero a mi juicio, el mejor uso de una rola de Bowie en cine es sin duda la inclusión de I´m deranged al inicio y término de Lost Highway de David Lynch. Nunca ha quedado mejor una letra con las imágenes y la esencia del filme como en este caso. La sofisticada entonación de Bowie es toda una revelación de lo que vamos a ver: un filme verdaderamente alucinante que no digieres completamente a la primera. Escuchar a Bowie diciendo que es curioso como viajan los secretos (funny how secrets travel), mientras en la imagen se observa una carretera de noche, es más que una advertencia. El filme te lleva por una compleja y perturbadora pesadilla que termina justo donde empezó: con una carretera de noche y otra vez Bowie afirmando lo que ya nos había dicho. Yeah! ¡I´m deranged!
Brillante, la verdad. Aquí les dejo el principio y el final de la película. Si no la han visto, no se preocupen. Ver el inicio y el final no les ayudará a entender nada y es muy probable que hasta les parezca mucho más perturbadora de lo que en realidad es.
La rola curiosamente no fue compuesta para la cinta, forma parte del álbum Outside, la creación más oscura de Bowie donde personifica a Nathan Adler, investigador de un torcido tipo de crimen que usa el asesinato como medio de expresión artística. Y para que vean que la rola es tan formidable que no sólo se presta para ilustrar la oscuridad, les dejo también un corto musicalizado de Saint Seiya que usa la misma rola. Misma música, diferente ambiente.
De Bowie podrán decirse muchas cosas, pero jamás podrá escatimársele la brillante genialidad de la que ha hecho gala a través de varias décadas. ¡Salud Bowie!, que festejemos muchos más, aunque los que ya han alcanzado la inmortalidad seguramente no se preocupan por los años que cumplen.
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