Ha vuelto. El pequeño nazi del que no podemos deshacernos.
• Dir: David Wendt.
• Reparto: Oliver Masucci, Thomas M. Köppl, Marc-Marvin Israel, Katja Riemann
Es dicho común -y hasta sentencia que raya en el cliché- decir que quien no conoce su historia está condenado repetirla. Esta película parece jugar con esta posibilidad a manera de sátira, pensando en la Alemania contemporánea y en cómo ha tratado de asimilar el nazismo como parte su doloroso trayecto como nación en las últimas décadas.
Precedida de un interesante fenómeno literario, Ha vuelto es la adaptación al cine de la novela de Timur Verbes, una sátira que le valió enormes ventas no sólo en Alemania, sino en diferentes partes del mundo. La cinta también fue todo un éxito, y motivó toda serie de conjeturas y debates. Acá podemos verla gracias a Netflix, ya que desafortunadamente no llegó a las salas de exhibición.
La cinta está situada en la Alemania actual, es el año 2014. Un día cualquiera, el mismísimo Adolfo Hitler, vuelve a la vida en el antiguo bunker donde se suicida junto a su esposa Eva Braun. Con una evidente influencia de cintas como Los locos visitantes (Les visiteurs, JM Poiré, 1993) la película pone a Hitler en Berlín, sin dinero ni poder y tratando de entender el nuevo mundo al que ha llegado.
El empleado de una televisora lo encuentra, y pensando que puede ser un fenómeno mediático que lo logre avanzar de un mediocre trabajo sin reconocimiento, comienza el proceso de crear a Adolfo Hitler como personaje y nueva celebridad del entretenimiento. Inicia entonces la aventura de lograr que Hitler hable y se relacione con la población alemana actual.
Es en esta parte que la película realmente se vuelve interesante, ya que incluye reacciones verdaderas de gente común mientras se filma este falso documental. Algunas de esas conversaciones no dejan de ser sorprendentes y son de hecho, lo que ha generado tanto revuelo en torno a la cinta. Es triste comprobar que no se trata de encumbrar o no a figura histórica – y en este caso, una sobre la que existe un difundido consenso sobre su maldad e intolerancia- sino comprobar que los antivalores que promovió el nazismo no han desaparecido del todo en las sociedades contemporáneas, por lo que la lucha contra la discriminación y a favor de la aceptación de la diversidad no ha terminado y sigue siendo un enorme pendiente.
Mucho que pensar gracias este trabajo muy bien narrado, con suficiente ritmo, buenas actuaciones – mención especial Oliver Masucci, que logra una caracterización estupenda- y altas dosis de humor negro. No falta incluso la parodia a la famosa escena de La Caída (Der Untergang, O. Hirschbiegel, 2004) que ha sido largamente usada en internet y redes sociales para burlarse de un tema contemporáneo. Las cinta admite varias lecturas, una de ellas, la respuesta a la siguiente pregunta ¿si Hitler tuviera los medios, las redes, el internet y las condiciones políticas necesarias, podría volver a ser un gran líder? Vale la pena reflexionar sobre la respuesta.
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