El planeta de los simios: Confrontación. Los dilemas del profeta.

Down of the Planet of the apes. (USA , 2014)

·         Dir: Matt Reeves

·         Reparto: Andy Serkis, Jason Clarke, Gary Oldman, Kery Russell

La segunda parte de la serie de precuelas acerca del clásico setentero “El planeta de los simios” resulta de los más destacado, no sólo en términos de acción, efectos especiales y entretenimiento, sino en la nueva construcción épica a partir de la famosa premisa distópica que ya produjo una de las sagas más largas  en la historia del cine.

En total ocho películas (contando el remake de Burton, y las dos cintas de la saga de precuelas, incluida ésta) y una serie de televisión, en donde transitamos del peluche y el látex para llegar a la sorprendente caracterización digital de Andy Serkis, parecería suficiente como para que nada sobre el asunto nos impresionara de verdad.

Sin embargo, no es así. La segunda parte de las precuelas  nos ofrece un relato épico de guerras, batallas, vencedores y vencidos en el filo del fin del mundo.  Una vez establecido en la cinta anterior el origen de ciencia ficción y desastre  de la situación, la segunda parte se avoca al segundo componente infaltable del género, que es la crítica social.   La cinta inicia diez años después de la primera parte, en donde la humanidad ha sido devastada por el virus y la raza humana  sobrevive apenas entre un puñado de hombres y mujeres que resultaron genéticamente inmunes.

César  - el simio líder- ha fundado una colonia y una familia. Los simios creen que los humanos ya han desaparecido, pero un desafortunado encuentro les muestra que al igual que ellos, han tenido que adaptarse para sobrevivir.  Pronto, César deberá cuestionarse la viabilidad de los preceptos éticos en aras de la supervivencia de su colonia y del destino de la humanidad.

César vive en esta cinta un momento crucial de su liderazgo, pero no es lo único que se pone a prueba en la cinta, más orientada a explicar la complejidad de las confrontaciones entre grupos diferentes. El asunto no termina en una simple y maniquea propuesta de malos contra buenos, sino  que expone lo que sería la teoría del caos aplicada a la manera en que se gestan las divisiones en los grupos sociales: un elemento que se sale de control convirtiendo la situación en impredecible, incontrolable – y en consecuencia- caótica.

Si la primera cinta, nos mostraba una especie de historia primigenia del nacimiento del elegido dotado de conciencia y humanidad, esta segunda parte nos muestra al profeta y sus dilemas, marcado no por su condición humana, sino por el apego a los suyos y la responsabilidad de tomar decisiones que les afecten a todos a su alrededor.  Un mito del héroe peculiar, en dónde el protagonista no pertenece a la especie humana.

Ello la hace más interesante que la primera de las precuelas, porque el panorama en ambos bandos  parece poco más que desolador. Si bien en este ir y venir del tiempo por la historia que ya conocemos, podemos saber hacia dónde caminará el asunto, Reeves consigue que nos interesemos en el trayecto. Y eso sin dejar de pensar que es increíble lo que logra Andy Serkis en su caracterización, quien a ratos logra que se nos olvide que se trata de un humano disfrazado de simio,  o quizás de un simio humanizado, según se vea.

Vale la pena por la nostalgia del clásico, por la historia misma y por los mensajes profundos en medio de la devastación. Muy recomendable.